Videopodcast sobre Responsabilidad Afectiva: https://youtu.be/zO8KEK0cxGk?si=TCwp5USa8SXvPRLh
En los últimos años el vocablo Ghosting se ha vuelto popular, masivo y cada vez es más frecuente recibir en el consultorio a personas que han sufrido este tipo de práctica y buscan un acompañamiento emocional. Como Psicóloga y terapeuta puedo dar cuenta de los efectos subjetivos y emocionales tan profundos que genera dicho comportamiento en donde se presentan sentimientos de confusión, incertidumbre, rechazo, ansiedad y baja autoestima en quien ha pasado por una experiencia semejante.
El Ghosting es un término anglosajón que hace referencia a la acción de finalizar con una relación o cualquier tipo de contacto de manera repentina, sin previo aviso y sin dar explicaciones. En este caso, la ruptura se da abruptamente, sin palabra que medie y ordene. Literal es como que la persona tira una “bomba de humo”, en donde se esfuma sin dejar rastros, sin contextualizar, explicar explícitamente y mucho menos empatizar con el otro.
La persona que ha sido víctima suele envolverse en preguntas constantes, pensamientos rumiantes y se somete a la labor de interpretar el significado de ese corte repentino de contacto, sin encontrar respuestas e incrementándose así la angustia, las dificultades para elaborar el duelo y aceptar esa separación.
Sabemos que las palabras – narrativas, permiten estructurar, significar / re-significar nuestras experiencias. El vacío de contenido sólo arrima al sujeto a una posición desestabilizadora,abrumante; como así también a dar interpretaciones erróneas e injustas. Por lo general aparecen los reproches hacia uno mismo, la culpa, o peor aún, la duda de haber hecho algo mal. Algunas preguntas recurrentes son: ¿Le habrá pasado algo malo? ¿Debería preocuparme? ¿Hice algo mal? ¿Dije algo malo? ¿Qué hay malo en mí para que no le guste? Sin embargo, sólo hay una explicación posible a ese corte vincular abrupto y violento, y ello es: la falta de RESPONSABILIDAD AFECTIVA.
Es por eso que me gustaría explicar Qué es la responsabilidad afectiva y en qué se basa considerando primeramente que la misma se ejerce en relaciones de todo tipo, de larga o corta la duración sin importar el contexto. Da igual si se trata de relaciones causales o de relaciones abiertas, todo vínculo necesita de responsabilidad afectiva. La misma puede practicarse en relaciones sociales, familiares o laborales.
Tener Responsabilidad Afectiva significa básicamente: establecer relaciones o vínculos consecuentes, de forma igualitaria, respetuosa y empática. Requiere el compromiso y la responsabilidad de expresar nuestros sentimientos y emociones, entendiendo que toda acción propia generara efectos en los otros.
Cuando hablamos de responsabilidad efectiva nos referimos a expresarnos de manera clara, abierta y estableciendo siempre conexión con el otro. Se deberán establecer límites de mutuo acuerdo, los cuales deben respetarse ya que transgredirlos, significará un impacto negativo en las emociones del otro.
El lema de la Responsabilidad Afectiva siempre es: “Trata el otro como te gustaría que te trataran”. Esto requiere tratar de encontrar un equilibrio en las necesidades propias sin vulnerar las del otro. Poder practicar la responsabilidad afectiva nos ayudará a afrontar y superar conflictos con otras personas, y es definitivamente, un pilar para construir relaciones sólidas y saludables.
Quiero que sepas que ser responsables de nuestras emociones y comunicarlas de manera clara, evitará acumular resentimientos y malentendidos que puedan deteriorar los lazos afectivos y sobre todo reducirle al otro un dolor que pudiera ser innecesario.
Entiendo que siempre hay maneras respetuosas y honestas de comunicar nuestros cambios de opiniones, de expectativas y necesidades. No sucede nada si el interés se perdió, o simplemente si dejaste de sentirte atraído por una relación. Estas son situaciones y escenarios posibles; sin embargo, el problema residirá si puedes hacérselo saber al otro de una manera clara, transparente, cuidadosa y bajo los principios de la comunicación asertiva y la empatía. Tener responsabilidad afectiva es decirle al otro “no me siento cómodo” “no tengo ganas de avanzar” “lo pensé bien y prefiero que no nos sigamos viendo” “no me gustas lo que esperaba”… en vez de desaparecer de un momento a otro, sin comunicar honestamente las emociones y sentimientos, y generándole al otro un daño.
Si te estás detectando conductas de Ghosting o si alguna vez te ha pasado, recordá No culparte porque la responsabilidad es de la otra persona decidiendo de manera unilateral. Trata de Buscar ayuda, habla de tus emociones con tus afectos, compartí tus sentimientos y recibí la contención de tu red.
También te recomiendo focalizarte en vos, en recuperar tu autocuidado y revisar tus emociones y pensamientos. ¡Soltá! no busques ni insistas en que explique lo inexplicable para alguien que carece de las herramientas emocionales para hacerlo. En definitiva Aceptar que la historia no va a tener cierre puede llegar a frustrate, pero será fundamental que lo hagas para poder continuar, crecer y transformarte.
En el caso de que lo consideres necesario, un profesional de la salud mental también puede ayudarte en este proceso. Ser responsable afectivamente también significa reconocer que no siempre tendremos todas las respuestas y que está bien pedir ayuda a tiempo para reflexionar, trabajar en tus límites y en tu autoconocimiento.
Gracias como siempre por acompañarme en la lectura…
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